jueves, 16 de abril de 2009

Aquel barquito sigue navegando. Por los días que vendrán. Que vendrán

1 comentario:

Anónimo dijo...

No nos queda más remedio que seguir navegando, con la esperanza de que esos días llegarán, aunque -siguiendo el juego de la metáfora- no está de más mirar de vez en cuando a las orillas durante el trayecto, porque igual nos estamos perdiendo la belleza del viaje...
Buen viaje y que llegues a buen puerto, pero nunca descartes los amarres improvisados en cualquier "cuneta" (no como se denominan las cunetas en términos marítimos, perdóname, jejee). :)