La primera vez que un crujido violento, extremo e inmediato regaló a sus cuerdas vocales un aullido de desgarro, no pudo imaginar que ese dolor definitivo nunca más lo abandonaría.
Pero lo acompañó, ya sin condiciones, disfrazado de una angustia queda, aguda y fiel. No recuperó la sonrisa.
1 comentario:
Hoy en día es complicado sonreir pero se puede, intentando buscar el lado bueno de las cosas intentando ser optimista el truco lo dio Saramago ...
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