miércoles, 16 de julio de 2014

No me olvidé de tu cumpleaños. Es sólo que ese día no me salía escribir. Y a ti, da igual, no te hubiese llegado de ninguna forma mi felicitación.

No me olvido de ti. Hay pérdidas que nunca se pierden y sólo queda vivir con tu muerte derrotando la levedad de la memoria, con la victoria de saber que el paso de los días te va borrando, pero no te borra. Aunque me deje vivir.

No me olvidaré. Es sólo que hoy te recuerdo mientras miro la cordillera, tan lejos de Ascao, y brilla la nieve y se respira algo mejor porque el esmog nos ha dejado un día de alivio de cáncer de pulmón, y me parece que eres tú la que lo estás fumando desde el cielo mientras te cagas en la puta madre de mi memoria que no te olvida.

No hay comentarios: